Debido al debilitamiento del sistema inmunológico, más de la mitad de las personas VIH positivas desarrollan síntomas en la cavidad bucal durante la enfermedad, incluyendo infecciones por hongos, bacterias y virus, además del trastorno de boca seca, periodontitis severa y verrugas que pueden derivar en cáncer oral. Todo esto puede causar dolor y malestar, dando lugar a dificultades en la masticación, deglución y degustación de alimentos, causando un empeoramiento de la calidad de vida.
Estas patologías derivadas de la infección por VIH pueden evitarse acudiendo a la consulta del dentista de forma periódica, quien realizará los controles y las limpiezas bucales necesarias, además de dar las pautas de higiene bucodental que deben seguir estos pacientes: cepillarse los dientes después de cada comida, usar hijo dental y colutorios adecuados.
"Gracias a los nuevos tratamientos, los pacientes con VIH han mejorado tanto su calidad como su esperanza de vida. Por nuestra parte, los dentistas podemos mejorar y prevenir las lesiones orales asociadas a esta enfermedad mediante un examen bucal simple y rápido. Asimismo, este puede ser el primer paso para la detección y el tratamiento de esta enfermedad que, en la actualidad, puede llegar a ser crónica", declara el doctor Óscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas.